El maquillaje, la medicina y la tecnología unen sus fuerzas y ofrecen
herramientas básicas para alargar las pestañas. Máscaras de pestañas
capaces de intensificar la mirada, accesorios artificiales e injertos en
el quirófano. Estas son algunas de las opciones que existen hoy en día
para presumir de unas pestañas seductoras.
Las pestañas postizas son las más utilizadas y más fáciles de poner.
Se despegan con unas pinzas del envase. Después, se moldean con los
dedos hasta conseguir una forma ovalada. A continuación, se miden las
postizas con las nuestras y se corta el sobrante. Para terminar se pone
pegamento en la base (es recomendable ir poniendo poco a poco) y se deja
secar durante 30 segundos. Es recomendable empezar desde la esquina exterior del ojo. El toque final lo da la máscara. Para lograr un efecto natural en las de abajo, es aconsejable abrir el ojo ligeramente y aplicar un poco de máscara.
Duran
de 12 a 14 horas, aunque si se quieren reutilizar, es imprescindible
limpiar los restos de pegamento. Así mismo, para retirarlas, hay que
asegurarse de no coger las nuestras.