INSPIRACIÓN
Encarnis Tomero ha realizado la búsqueda de la belleza a través de
la imperfección. La han encontrado huyendo de la presión para ser
matemática perfecta y asumiendo que las figuras no son siempre ultra
proporcionadas, que la evidencia del paso del tiempo es necesaria para
sentir que somos vida.
Porque, como dijo Marilyn Monroe, “la imperfección es belleza, la
locura es genialidad, y es mejor ser absolutamente ridículo que
absolutamente aburrido”.
El defecto es un valor en alza que nos hace únicas y lejos de
rechazarlo lo adoramos como elemento fundamental para encontrar el
equilibrio.
ESTRUCTURA
Rindiendo homenaje a esos defectos que nos hacen más bellas la
colección se presenta bajo el influjo de la asimetría. Encarnis Tomero
reivindica el vestido como prenda femenina por excelencia y lo
interpreta en diseños rectos que buscan la distorsión a través de las
piezas que descomponen el patrón. Las líneas sencillas crean
irregularidades en trajes chaqueta cortos e ideados para que la mujer se
sienta atractiva sin ceder a los caprichos de la exhuberancia. Los
abrigos de ciñen al cuerpo pero ofrecen la movilidad necesaria para la
consecución de la libertad y comodidad que es la base de la moda. Los
cuellos se niegan a ser volátiles y deciden arropar a la mujer
adaptándose a su cuerpo.
Para conseguir un look completo los diseños están acompañados por
complementos que los hacen más especiales todavía. Por un lado
maravillosos bolsos de Oobuka que comparten el denominador común de
Desperfectos. Y como valor añadido el platero Victor Bermúdez aporta
grandes agujas de metal que son el broche ideal para las creaciones.
TEJIDOS
De la mezcla surge la riqueza. Y en la diversidad de elementos
contamos con la nobleza del algodón y la lana. A ellos se les añaden
viscosas, gabardina, la fantasía del flocado y el brillo de los crepes
metalizados.
COLOR
Los colores tierra en sus diferentes formas de expresión son los
co-protagonistas junto al negro, símbolo eterno de la imperfección. En
su miscelánea rompen con el fucsia y el dorado que regalan fuertes dosis
de viveza y optimismo.